Cuando estaba náufrago en el gran oceano de mis sueños, apareciste. Sin darme cuenta estabas ahí y temi que fueras como una brisa matutina, fugaz, Pero estabas y sentir la calidez de tu mano me privo de las inquietudes que acongojaban mi corazón. Mi realidad fue desplazada y el silencio por haber coincidido fue todo menos inoportuna. El suspiro que mi cuerpo me exijía me hizo volver a mí. No dudé en tomar tu mano por miedo a que te desvanecieras. Mi corazón se sintió tan grande cuando sentí tu mano tomar la mía. Fue tanta mi bonanza que no me percate como fue que llegaste a mis brazos. Agradezco a los menesteres que rodean a los sueños porque se que mi valentía es poca para llegar a tal situación. Situación que siempre anhele y que estaba dispuesto a dar todo por qué sea eterno en ese momento. Tu gentil abrazo, tu calidez, tu sonrisa que hizo que mi alma quisiera salir de mi y mezclarse con el universo. Todo aquello que creí perfecto que había visto no se compraba en ese momento a lo b...
Plasmo lo que mi mente gesta. Suelo tener ideas o cosas que siento y tengo la necesidad de sacarlo afuera, este es el lugar